Es un labrador muy fuerte e hiperactivo. Marcaba su territorio por toda la casa y atacaba a cualquiera que pasara cerca de su comida. Es muy posesivo, territorial, ansioso y tenso con la gente: una bomba de relojería.
En sus primeras clases, demostró todo su potencial de dulzura y cariño.
Completamos con éxito el entrenamiento de obediencia completo en Río de Janeiro.